Por Daniel Rodríguez
Una tarjeta máxima, es una postal a la que, en la fotografía, se le adjunta un sello y un matasello ( o cancelación) alusivo, que, por regla casi absoluta, son conmemorativos. Este tipo de coleccionismo se denomina Maximofilia.

Resultan un recurso filatélico de una belleza extraordinaria, y extremadamente útil para los coleccionistas temáticos, en exposiciones a nivel competitivo, no competitivo como a nivel personal (es una lástima que sólo recomiende una por cuadro en F.I.P.) pués, tienen la capacidad de ilustrar motivos que con sellos no es posible por el simple hecho de que no hay sellos que ilustren esos motivos.
Para que una máxima, realmente lo sea, tiene que tener dos conceordancias:
- Concordancia de lugar: Sello y tarjeta postal tienen concordancia en su motivo.
- Concordancia de motivo: La ilustración de la postal y la del sello deben tener relación visual.
Ejemplos:


Para que se produzca una triple concordancia, son validos tanto matasellos de primer día como matasellos conmemorativos, siempre y cuando se mantengan las reglas antes comentadas.
A nivel competitivo es necesario recordar que las emisiones con fines lucrativos son rechazadas, por lo tanto hay que tener en cuenta, que una tarjeta máxima, en la que su ilustración de la postal ha sido extraida del diseño del sello, puede ser mal considerada, por lo que para exponer en competición es más comendable el uso de otro tipo de máximas.
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